PRINCIPIOS DE LA EDUCACIÓN PREESCOLAR (decreto 2247 de 1997)

PRINCIPIOS DE LA EDUCACIÓN PREESCOLAR (decreto 2247 de 1997)

 

 

a)            Integralidad. Reconoce el trabajo pedagógico integral y considera al educando como ser único y social en interdependencia y reciprocidad permanente con su entorno familiar, natural, social, étnico y cultural;

 

b)            Participación. Reconoce la organización y el trabajo de grupo como espacio propicio para la aceptación de si mismo y del otro, en el intercambio de experiencias, aportes, conocimientos e ideales por parte de los educandos, de los docentes, de la familia y demás miembros de la comunidad a la que pertenece, y para la cohesión, el trabajo grupal, la construcción de valores y normas sociales, el sentido de pertenencia y el compromiso personal y grupal;

c)             Lúdica. Reconoce el juego como dinamizador de la vida del educando mediante el cual construye conocimientos, se encuentra consigo mismo, con el mundo físico y social, desarrolla iniciativas propias, comparte sus intereses, desarrolla habilidades de comunicación, construye y se apropia de normas. Así mismo, reconoce que el gozo, el entusiasmo, el placer de crear, recrear y de generar significados, afectos, visiones de futuro y nuevas formas de acción y convivencia, deben constituir el centro de toda acción realizada por y para el educando, en sus entornos familiar, natural, social, étnico, cultural y escolar

 

 

 

 

 

PILARES DEL CONOCIMIENTO (lineamientos curriculares para preescolar)

 

 

 

Aprender a conocer:

 

 

 

 

Este tipo de aprendizaje puede considerarse a la vez medio, consiste para cada persona en aprender y comprender el mundo que lo rodea, al menos suficientemente para vivir con dignidad, desarrollar sus capacidades profesionales y comunicarse con los demás. Como fin, su justificación es el placer de comprender, de conocer, de descubrir. Aprender para conocer supone aprender a aprender, para aprovechar la posibilidad que ofrece la educación a lo largo de la vida.

 

 

 

 

Aprender a hacer:

 

 

 

 

Aprender a conocer y aprender a hacer es en gran medida, indisociable. Tienen que ver con el desarrollo de competencias para que los seres humanos sean capaces de hacer frente a diversas situaciones y problemas, y a trabajar en equipo. Supone, para los niños y las niñas, la participación en la planeación, realización y elaboración de una tarea común; la creación de una dinámica que favorezca ha cooperación, la tolerancia y el respeto, además, la potenciación de aprendizajes verdaderamente significativos en situaciones que tienen valores especiales para el que aprende a través de la acción, intercambio de información con los demás, toma de decisiones y poner en práctica de o aprendido. 

 

 

 

 

Es a partir de la observaciones y experimentación con lo qua hay y sucede a su alrededor, que los niños son capaces de obtener e incorporar un gran cauda de información, formular hipótesis, establecer peticiones, comprender y generalizar. Y pueden hacerlo, gracias a las formas de acción e interacción que establecen con los objetos y elementos del entorno y con los otros niños, compañeros y adultos.

 

 

 

 

Para el establecimiento de estas formas de relación, la educación preescolar se constituye en un espacio y un tiempo generador de posibilidades de gozo, conocimiento y bienestar para los niños, sus familias, los docentes y las comunidades a as cuales pertenecen+ es una oportunidad de construcción permanente de relaciones afectivas, recreativas y significativas Para todos.

 

 

 

 

El reto fundamental del trabajo en este nivel implica un nuevo y renovado compromiso para afrontar el desafío de contribuir a la formación de los niños q las niñas como ciudadanos(as) reconocidos (as) como sujetos plenos de derechos.

 

 

 

 

Aprender a vivir juntos:

 

 

 

 

Aprender a vivir juntos es aprender a vivir con los demás, fomentando el descubrimiento gradual del otro, la percepción de las formas de independencia y participación, a través de proyectos comunica que ayudan prepararse para tratar y solucionar conflictos.  En este sentido la educación tiene una doble misión: da un lado, el descubrimiento del mito, que enseña cobre la diversidad de da especié humana y contribuye a una toda de conciencia de as semejanzas, las diferencias y la interdependencia entre todos los seres humanos. El descubrimiento del otro pasó forzosamente por el conocimiento de uno mismo, para sabor quién es; sólo así se podía realmente poner en el lugar de los demás y comprender sus reacciones.

 

 

 

 

De otro lado, aprender a vivir juntos implica tender hacia objetivos comunes: cuando se trabaja mancomunadamente en proyectos motivadores, cooperativos y solidarios que posibiliten a todos los niños y las niñas del país el ingreso al sistema educativo independientemente de que condición física o mental o de consideraciones de raza, sexo, religión, como un objetivo común, se ratifica verdaderamente e principio señalado de que “los derechos de los niños prevalecen sobre los de los demás”. Es el respeto, cuidado y atención de los niños, uf `unto de partida, en toda sociedad, para el logro de la convivencia humana. 

 

 

 

 

ApRender a ser:

 

 

 

 

Más que nunca, la función esencial de la educación es propiciar en todos los sebes humanos la libertad de pensamiento, de juicio, de sentimientos y de imaginación que se necesitan para que sus talentos alcancen la plenitud y de esta manera puedan ser artífices, en la medida de lo posible, de su destino. “El desarrollo tiene por objeto, el despliegue completo del hombre con toda su riqueza y en la complejidad de sus expresiones y de sus compromisos, individuo, miembro de una familia y de una colectividad, ciudadano y productor, inventor de técnicas y creador de sueños”.

 

 

 

 

Este desarrollo del ser humano que va del nacimiento al fin de la vida, es un proceso dialéctico que comienza por el conocimiento de sí mismo, a través de las relaciones con los demás; de la individualización en la socialización.  Sobra decir que los actos no pueden limitarse a una etapa de la vida o a un sólo lugar. Es necesario replantear los tampoco y los ámbitos de la educación -familia, escuela, comunidad, medios masivos- ara que se complementen y articulen entre sí, con el fin de que cada persona, durante toda su vida, pueda aprovechar al máximo el contexto en constante enriquecimiento”

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[1] MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL. DECRETO 2247 DE 1997.

COLOMBIa

 
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